El detector de gas portátil tiene capacidad de detección de gas
Los detectores de gas electroquímicos son detectores de gas que utilizan sensores electroquímicos. Dado que muchos gases son electroquímicamente activos y pueden oxidarse o reducirse electroquímicamente, la corriente generada por esta reacción es proporcional a la concentración del gas reaccionado. , por lo que mediante este tipo de reacción se puede detectar la composición y concentración del gas. Este método de detección tiene alta precisión y respuesta rápida. Se utiliza principalmente para la detección de gases tóxicos. Sin embargo, las reacciones electroquímicas también tienen diferentes clasificaciones. A continuación se presentan los modos de reacción electroquímica más utilizados y los principios de los detectores de gas electroquímicos.
Un detector de gases portátil es un instrumento que se utiliza para detectar la presencia de gases peligrosos (inflamables, explosivos, tóxicos) en un determinado ambiente. Para gases peligrosos presentes en el ambiente detectado. El mantenimiento es una tarea importante para mejorar la estabilidad, precisión y vida útil de los instrumentos de prueba. También es una tarea importante prevenir eficazmente los fallos.
El detector de gas portátil puede detectar gas.
El detector de gas portátil puede detectar varios gases como sulfuro de hidrógeno, monóxido de carbono, oxígeno, dióxido de azufre, fosfina, amoníaco, dióxido de nitrógeno, cianuro de hidrógeno, cloro, dióxido de cloro, ozono y gases combustibles. Es ampliamente utilizado en petroquímica, inspección in situ en carbón, metalurgia, industria química, gas municipal, monitoreo ambiental y otros lugares.
La vida útil de los detectores de gas portátiles.
La vida útil de un detector de gas portátil depende principalmente del sensor del componente central. Se pueden dividir a grandes rasgos en: sensores que detectan la concentración de gases tóxicos y sensores que detectan la concentración explosiva de gases inflamables. Los sensores utilizados para detectar la concentración de gases combustibles incluyen sensores de combustión catalítica, que tienen una vida útil de 3 a 5 años. Los sensores que detectan gases tóxicos utilizan sensores electroquímicos, que generalmente duran de 1 a 2 años.