La interpretación de los efectos de la radiación electromagnética en tres aspectos del organismo vivo.
Para mantenernos alejados de la radiación, primero debemos saber qué es la radiación: todos los objetos en la naturaleza, siempre que su temperatura sea superior al cero absoluto, transmiten constantemente calor al exterior en forma de ondas electromagnéticas. Esta forma de transmitir energía se llama radiación. La energía liberada por un objeto a través de la radiación se llama energía de radiación, abreviada como radiación.
Sin embargo, la radiación está omnipresente en nuestras vidas, desde el sol hasta los teléfonos móviles. Se puede decir que la posibilidad de evitar completamente la radiación es nula. Este detector EMF es un detector de campo portátil de salud y seguridad que puede detectar campos magnéticos de CA, campos eléctricos y radiación de alta frecuencia (RF). Se utiliza principalmente para detectar y evaluar el impacto en el cuerpo humano del campo electromagnético no ionizante, el campo magnético y la radiación de alta frecuencia en el entorno de vida y trabajo.
En este punto, debemos distinguir la radiación: dado que la radiación está en todas partes, aún podemos estar sanos y salvos. En primer lugar, los humanos tienen una gran fortuna y no son tan frágiles. En segundo lugar, la radiación en sí tiene múltiples tipos y la mayoría de las radiaciones no dan tanto miedo.
Así como el sol transfiere energía luminosa a la tierra y las llamas transfieren energía térmica a los alrededores, el efecto térmico se produce cuando los objetos absorben la energía de la radiación y la temperatura producida varía según la cantidad de radiación absorbida por los objetos. Por lo tanto, la radiación es en realidad sólo un fenómeno de energía que se propaga hacia afuera.
La radiación como las bombas atómicas, las fugas nucleares japonesas y Chernobyl se llama radiación ionizante, comúnmente conocida como radiación, como los rayos alfa, los rayos beta, los rayos X, los rayos Roentgen, etc., que son los verdaderos culpables de los que la gente suele hablar. . Puede dañar la estructura celular de los organismos y es una de las causas del cáncer.
En comparación con la alarmante radiación ionizante, la radiación electromagnética generada por aparatos cotidianos como ventiladores eléctricos, teléfonos móviles, cocinas de inducción y estaciones base de comunicación pertenece al rango de radiación no ionizante.
Desde una perspectiva científica, el impacto de la radiación electromagnética en los organismos se refleja en tres aspectos.
El primero es el efecto térmico, en el que más del 70% de las moléculas de agua del cuerpo humano se frotan entre sí después de haber sido expuestas a radiación electromagnética, lo que hace que el cuerpo se caliente y, por lo tanto, afecta la temperatura alrededor de los órganos del cuerpo.
El segundo es el efecto no térmico, donde la radiación electromagnética puede alterar e interferir con los débiles campos electromagnéticos presentes en los órganos y tejidos humanos. Por ejemplo, después de una exposición excesiva a los rayos X, aunque el cuerpo no se calienta, puede afectar la salud física.
El tercero es el efecto acumulativo.
Sin embargo, actualmente no hay evidencia que sugiera que una pequeña cantidad de radiación electromagnética pueda representar una amenaza para la salud humana. Mientras mantengamos buenos hábitos de vida, métodos apropiados de uso de aparatos eléctricos y una mentalidad normal, no tenemos que preocuparnos por problemas de radiación electromagnética. Y el efecto de estas radiaciones es realmente insignificante.